Toda esta situación tan amarga, tan cotidiana, tan rutinaria, mala, más bien pésima; de tener que despertar todos los días con gritos de control , gritos desesperados, la llave de agua corriendo a no dar más, su silencio , su rabia, la impotencia, el cansancio, el tener qe precenciarla día a día; mañana tras mañana, la misma guerra, la cual sólo rae perdedores. Cabe todo en una sola palabra : Asfixiante . La circunstancia la ahoga, la encierra, la atrapa y luego... le mata el alma. Cada sentimiento es ahora un vacío , un vacío muy profundo y sin salida alguna. Sólo quiere huir , volar, pues sabe que nada cambiará las cosas.
Al pasar el tiempo , el deseo irrenegable de escapar se convierte en una necesidad cada ves mayor; primero quiere salir sólo un rato; luego por horas y horas, hasta el amanecer, después ya son días completos y cada ves más lejos . Cuaquier excusa sirbe para volar , nada tiene sentido en el campo de guerra, la única esperanza que le queda es que pasen los años para poder sar al fin el adios definifivo.-
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